Bolsos de playa

En el precio está incluido el pintar, en una cara del capazo, una inicial o uno de nuestros dibujos (en el color que más te guste).

Al ser un producto artesanal, las medidas pueden variar ligeramente y el capazo puede presentar alguna irregularidad.
El interior es de palma, sin forro. 

Están confeccionados a mano de forma artesanal. El material es hoja de palma del palmito silvestre o margalló (en valenciano). Las palmas se recolectan al inicio del solsticio de verano (final de junio, primeros de julio), se ponen a secar 10-15 días y se trenzan en tiras de 5 palmas, que luego se cosen entre sí dando forma al capazo.

Con el roce por el uso, los capazos irán perdiendo la pintura. Cuando se trata de una figura o una sola letra pintada, ese desgaste pasará más desapercibido que si se trata de un nombre. Incluso le aportará cierto encanto de "objeto vivido". En el caso de un nombre completo, ese desgaste pierde el encanto si llega a ser ilegible. En cualquier caso, la recomendación es mantener la cara del capazo pintada, protegida de posibles roces.

Estos capazos están hechos con hojas de palma trenzadas a mano en forma de espiga, formando unas largas tiras. Estas tiras se cosen con fibra de palma, en forma de espiral, lo que dará forma al "casco" del capazo. El principio y el final de la tira se hace evidente en lo que nosotros llamamos el reverso o parte trasera del capazo: un escalón en el remate superior, y otro escalón en la base, más o menos pronunciado en función del ancho de la tira. Cada fibra de palma puede tener unos 20 cm de largo, con lo cual, en el mismo capazo encontraremos cientos de inicios y finales de estas hojitas de la planta. Unas veces por dentro, y otras veces visibles por el exterior del bolso. También afloran fibras en forma de pelillos. Cada hoja es diferente en tono o incluso color, así que no esperes una coloración uniforme del capazo; podemos encontrar zonas verdosas de forma aleatoria… como las vetas o nudos de la madera natural. El tono verdoso va desapareciendo con la exposición a la luz solar. A estos caprichos de la naturaleza, debemos sumar el criterio del artesano a la hora de dar forma al cesto, es decir, que puede haber variaciones entre capazos del mismo tamaño: unos más cuadrados, otros más cónicos… aunque intentemos escoger los capazos más "perfectos", siempre habrá "defectos", aunque para nosotros son las particularidades de un objeto artesanal hecho a mano con las hojas de una planta. Aunque lo hayamos incorporado en nuestra forma de vida actual (urbana, vacacional, de ocio, moda…), el origen del capazo es el de un objeto funcional, utilizado en las labores del campo o en el mercado para transportar desde alimentos hasta estiércol. Su apariencia gana si lo observamos con un poco de distancia, en lugar de con una lupa.