Ayamo Tsukimi volvió a su aldea de la isla japonesa de Shikoku, Nagoro, hace once años. Se encontró con que la aldea pasó de ser habitada por cientos de trabajadores de la fábrica, a tener tan solo 37 vecinos.
Sin muchas distracciones, Ayamo, de 64 años, decidió espantar los cuervos que se comían sus semillas, mediante un espantapájaros con la cara de su padre, de 83 años, con el que vive.
Aquellas semillas no prosperaron, pero el muñeco fue el primero de 350 personajes, que han devuelto la vida al valle, ya que atraen a multitud de turistas.
El fotógrafo alemán residente en Japón, Fritz Schumann, lo ha documentado en un vídeo lleno de magia. La propia autora presenta a los habitantes de trapo: el director de la escuela, el vecino de la bicicleta, el hortelano, el cazador apostado en la copa de un árbol.
Cuando vuelva el coche de Google Maps a fotografiar la ruta, los habitantes de trapo que esperan el autobús, probablemente sean otros, ya que su media de vida es de 3 años.
Las palabras en azul, son enlaces.
Descubrimos a Ayamo Tsukimi en el blog Nometoqueslashelveticas.
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Qué bueno que el coche de Google Maps haya fotografiado los muñecos, me quedo con ganas de ver más fotos!!
Plasieng to find someone who can think like that
I know most of that and I do participate in a few of the tginhs listed. My goal is or was (still unsure) to confuse my brain with this music and push it into drive. I view this as trauma and I expect the same reaction from the brain in such events as car crashes, fights etc. Of course without the physical abuse.